Autora y líder del equipo de trabajo:
Annette López de Méndez
Co-autoras:
Nereida Rodríguez Rivera
Carmen E. González Nazario
Isabel Vázquez
Autoevaluación
Imagina que a tu salón llega una madre que desea ingresar a su niño de 3 años en el preescolar. Ella tiene muchas preguntas con respecto a lo que significa esta experiencia. Lee cada pregunta y escribe, en tus propias palabras, la forma en que le contestarías las siguientes interrogantes a un padre o madre:
- ¿Qué tipo de experiencias tendrá mi niño en el preescolar?
- ¿Cómo será el día en la escuela?
- ¿Le darán tiempo para jugar?
- ¿Qué cosas va a aprender? ¿Aprenderá a leer y escribir?
- ¿Qué tipo de estrategias de enseñanza utilizarán para motivarlo a aprender?
- ¿Cómo evaluarán su aprendizaje? ¿Cómo me informarán sobre su progreso?
Una vez termines el ejercicio, guarda el documento con tus respuestas a estas preguntas, ya que cuando termines de estudiar el módulo, deberás volver a contestar las mismas preguntas y a comparar las respuestas con las anteriores.
Introducción
Este módulo tiene como propósito ayudar a los educadores a clarificar el concepto de “currículo” y conocer cómo las prácticas apropiadas nos pueden ayudar a tomar decisiones con respecto a las expectativas, formas de organizar el ambiente, rutinas, materiales y maneras de evaluar. En el mismo, encontrarás un contenido teórico, que ha sido dividido en temas relacionados y que terminan con un ejercicio de aplicación y reflexión. Te invito a comenzar la lectura de este módulo repasando los objetivos y la autoevaluación. Al finalizar, encontrarás referencias y enlaces a la Internet para que continúes explorando los conceptos aquí estudiados.
Objetivos
- Definir el concepto “currículo” en mis propias palabras, de manera que pueda utilizarlo para establecer metas apropiadas, experiencias de aprendizaje, seleccionar materiales educativos y estrategias de avalúo que estén al nivel de aprendizaje de los niños y niñas de edad temprana.
- Comprender el significado de las prácticas apropiadas, de manera que pueda organizar y diseñar un currículo apropiado.
- Conocer la importancia del juego y la forma en que éste contribuye al desarrollo de los aspectos físico, social, intelectual, lingüístico y creativo, con el propósito de planificar y modelar experiencias fundamentadas en el juego.
- Establecer ambientes de aprendizaje estéticos y estructurados en áreas que inviten a los niños y niñas a explorar el ambiente e interactuar, tanto con otros niños, como con los adultos.
- Planificar el currículo de forma integrada para ofrecerle a la niñez de edad temprana experiencias enriquecedoras que promuevan su capacidad investigativa, la creatividad, la solución de problemas, el humanismo y el lenguaje.
El currículo apropiado
Currículo: una definición
Currículo es un plan escrito en el cual se establecen las metas y los objetivos, y se sugieren las actividades o experiencias de aprendizaje, los materiales educativos y las estrategias a utilizar al llevar a cabo una evaluación. En el caso de los niños de edad temprana (nacimiento a los 6 años), dicho plan se utiliza para establecer una serie de pautas, de manera que los educadores puedan tomar decisiones apropiadas con respecto al proceso educativo. Ese currículo recoge la visión filosófica en la cual se enmarca el programa educativo.
Para los niños y niñas entre las edades de 0 a 3 años, estas pautas sirven al educador como una guía dirigida a establecer expectativas apropiadas para el desarrollo de la niñez temprana, formas de organizar el ambiente y las rutinas del día, los tipos de juegos y actividades que se pueden realizar con los niños, los materiales y estrategias dirigidas a estimular las diferentes áreas del desarrollo en los infantes y las formas de trabajar con los padres, entre otros aspectos.
Para el nivel entre los 3 a 6 años, el currículo sugiere unas metas, formas de organizar el ambiente y una serie de rutinas diarias, además de contenidos y estrategias de enseñanza dirigidas a promover el desarrollo físico, socioemocional, lingüístico, cognitivo y estético. Asimismo, establece pautas para conocer, promover y evaluar el desarrollo del niño, y sugiere formas de cómo establecer una interacción positiva con los padres y la comunidad.
Currículo es…
Las Prácticas Apropiadas y el desarrollo curricular
Las Prácticas Apropiadas desarrolladas por la National Association for the Education of Young Children (NAEYC) son criterios de calidad que ayudan a los educadores a seleccionar y planificar experiencias educativas efectivas y adecuadas, independientemente de los enfoques curriculares existentes. Las mismas promueven, en los educadores, los siguientes valores:
- atender a cada niño en el nivel de desarrollo (físico, social, emocional y cognitivo) en que se encuentre;
- identificar metas adecuadas, asegurando que éstas puedan ser alcanzadas por todos los niños, a la vez que les ofrecen retos;
- reconocer que las metas educativas van a variar de individuo a individuo, dependiendo de su nivel de desarrollo, experiencias, conocimientos, destrezas y contexto en donde se ofrecen las experiencias de aprendizaje (Copple & Bredekamp, 2006).
Las prácticas apropiadas para la niñez temprana permiten a los educadores tomar decisiones –relacionadas al proceso de enseñanza-aprendizaje– que varían y se adaptan a la edad, la experiencia, los intereses y habilidades individuales de los niños y niñas, dentro de un parámetro determinado de edades (del nacimiento a los 3 años, y de los 3 a los 6 años). Asimismo, reafirman que los niños y niñas de edad temprana aprenden:
- cuando interaccionan con adultos que les aman, respetan y son capaces de responderles de forma positiva;
- al interaccionar de forma activa con los objetos y el mundo que les rodea: el juego, la exploración, la experimentación, la interacción con otras personas, manipular y tocar objetos son todas experiencias que propician el aprendizaje de forma concreta y haciendo uso de todos los sentidos (ver, oler, escuchar, probar y tocar);
- de experiencias significativas: los niños y las niñas aprenden mejor cuando pueden hacer conexiones entre lo que saben y lo que está por aprender;
- cuando se les permite a los niños construir su propio conocimiento: es importante que los adultos den tiempo a que los niños puedan descifrar los conocimientos por sí mismos;
- jugando: el juego es fundamental para el aprendizaje, ya que les permite a los niños solucionar problemas, tomar decisiones, conversar y negociar.
Las prácticas apropiadas para el desarrollo infantil definen los siguientes cinco aspectos como guías que deben regir nuestras prácticas educativas:
- Crear una comunidad de aprendices, en la que todos se sientan que pertenecen, que están en un ambiente seguro y que son tan importantes como los demás; un lugar en el que aprendemos juntos, que cuando hay problemas se puede dialogar para lograr una solución y que, trabajando juntos, en colaboración, se pueden lograr grandes cosas.
- Enseñar con el propósito de enaltecer y propiciar el desarrollo y el aprendizaje. Los buenos educadores usan una amplia variedad de estrategias de enseñanza, entre otras: dan atención positiva a los niños cuando demuestran conductas apropiadas; los motivan, de forma positiva, para que persistan y se esfuercen; modelan las conductas apropiadas; le ofrecen retrocomunicación específica; estructuran y le ofrecen retos, proveen información y le dan dirección; saben organizar, de forma escalonada, el aprendizaje; varían el trabajo en grupos grandes y pequeños; propician el juego; le permiten trabajar en las áreas de aprendizaje, y estructuran, durante el día, actividades de rutina, pero son flexibles.
- Planificar un currículo apropiado. Los educadores establecen metas claras y precisas para el aprendizaje y saben planificarlas adecuadamente para atender los siguientes aspectos del desarrollo de la niñez: el socioemocional, el lingüístico, el matemático, el tecnológico, el conocimiento y el inquirir científico, el entendimiento de sí mismos y de nuestras comunidades, la expresión creativa y la apreciación de las artes, el desarrollo físico y de las destrezas.
- Evaluar el desarrollo y el aprendizaje de los niños y niñas. Los educadores conocen formas alternas para evaluar y monitorear el desarrollo y el aprendizaje de los niños: utilizan los resultados de la evaluación para guiar y planificar la enseñanza y la toma de decisiones; analizan los resultados para detectar e identificar aquellos niños que puedan beneficiarse de los apoyos y servicios especiales; informan y comunican a otros (padres, especialistas, profesionales de la salud, entre otros) las fortalezas y necesidades de los niños para que estos colaboren, de forma efectiva, en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Desarrollar relaciones recíprocas con las familias. Los educadores establecen, con los niños, la familia y la comunidad, relaciones que se caracterizan por el respeto mutuo, la cooperación, las responsabilidades compartidas y la negociación de las diferencias para lograr una meta común.
Explica, en tus propias palabras, cómo los siguientes cinco aspectos que guían las prácticas apropiadas nos pueden ayudar a diseñar un mejor currículo para la niñez temprana.
- Crear una comunidad de aprendices significa…
- Enseñar con el propósito de enaltecer y propiciar el desarrollo y el aprendizaje implica…
- Planificar un currículo apropiado significa…
- Evaluar el desarrollo y el aprendizaje de los niños y niñas implica realizar actividades dirigidas a…
- Desarrollar relaciones recíprocas con las familias significa…
Enfoques curriculares que ejemplifican las Prácticas Apropiadas
Las prácticas apropiadas no son un currículo: son guías y principios que pueden ayudar a los educadores a tomar decisiones con respecto al currículo. Montessori, High/Scope y Reggio Emilia son enfoques curriculares utilizados en centros preescolares, públicos y privados, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos, que ilustran el uso de las prácticas apropiadas.
Enfoque Montessori
El enfoque Montessori es considerado, tanto un método, como una filosofía educativa. El mismo se fundamenta en la observación de las características de los niños y niñas, cuyo desarrollo sigue las siguientes etapas y para las cuales se deben estructurar diferentes ambientes educativos: nacimiento a 3 años (Cuidado de infantes), de 3 a 6 años (La casa de bambini/preescolar), de 6 a 9 años (Elemental 1) y de 9 a 12 años (Elemental 2). Las actividades se estructuran y diferencian de acuerdo al nivel de desarrollo.
La función del educador en este enfoque es servir de guía, por lo que observa y estructura el ambiente tomando en consideración los intereses y necesidades de los niños. El ambiente se organiza en diferentes áreas de aprendizaje, y los materiales educativos se colocan en anaqueles a nivel del niño, para que los pueda seleccionar y explorar libremente. Las actividades, que se organizan de sencillas a complejas, tienen el propósito de promover el desarrollo sensorial, físico, intelectual y espiritual. Las áreas de trabajo para el ambiente preescolar se identifican como: sensorial, vida práctica (gracia y cortesía), temas académicos y culturales (el lenguaje, las matemáticas, los estudios sociales, la ciencia), la expresión artística y la música.
El ambiente Montessori se caracteriza por su énfasis en: (1) la libertad de movimiento y libre selección; (2) la estructura externa, que promueve el orden interno; (3) la belleza, la realidad y la naturaleza; (4) una atmósfera que promueve el respeto a la vida y el sentido de independencia; (5) el uso de materiales dirigidos a promover el aprendizaje, y (6) la vida en comunidad y la familia (Lilliard, 1996; Montessori, 1965; Standing, 1962). Los padres son considerados como un elemento fundamental en el desarrollo de los niños, y su función es vital para extender el aprendizaje.
Para conocer más sobre el Método Montessori, puedes acceder a: http://www.montessori.edu
High/Scope
Este modelo se fundamenta en las teorías de Jean Piaget, quien establece que el aprendizaje en los niños es propiciado cuando interactúan con las personas y los objetos que les rodean. Esta visión constructivista (DeVries & Kohlberg, 1987; Kamii & DeVries, 1978, 1980) se enfoca en el aprendizaje cognoscitivo, mediado por experiencias que permiten a los niños tocar y hacer. El adulto se encarga de crear un ambiente donde los niños aprenden de forma activa y construyen su propio conocimiento.
La función del educador consiste en observar, planificar y organizar el ambiente, estimular relaciones positivas con los alumnos y fomentar el aprendizaje activo. En este tipo de ambiente se promueve el aprendizaje utilizando el método científico, estimulando a los niños y niñas a preguntar, hacer predicciones, experimentar e inferir.
En el nivel preescolar, el educador estimula a los alumnos a planificar las tareas que desean realizar durante el periodo de libre selección y trabajo, de acuerdo a los diferentes centros de aprendizaje, definidos como: hogar, bloques, lenguaje, matemáticas, ciencia, arte, agua y arena, entre otras. Algunas actividades que caracterizan este enfoque es el trabajo en grupos pequeños, dirigido a ayudar a los niños a planificar sus experiencias de aprendizaje con la ayuda de los educadores. Los periodos de tiempo para el trabajo son largos (45 minutos o más), de manera que los niños puedan planificar, jugar y completar las tareas. Como parte de la rutina diaria, los educadores también estructuran periodos para:
- pensar, de forma sistemática, las tareas que desea realizar el niño;
- separar tiempo para que los niños puedan ejecutar los planes que fueron dialogados y establecidos con el adulto;
- recoger, limpiar y organizar el ambiente, ofreciendo tiempo a los niños para regresar los materiales a su lugar, contribuyendo así al sentido de orden y estética;
- reflexionar y dialogar sobre los logros;
- trabajar en grupos pequeños para explorar, de forma activa, los materiales, además, de interaccionar con los adultos y otros niños;
- compartir en grupo grande para que los estudiantes canten, intercambien ideas, escuchen narraciones de cuentos, fomentando así las competencias sociales.
Las experiencias clave en High/Scope se estructuran en torno a los siguientes temas: la representación creativa, el lenguaje y la alfabetización, la iniciativa y las relaciones sociales, el movimiento, la música, la clasificación y seriación, los números, el espacio y el tiempo. Una de las responsabilidades de los educadores consiste en llevar un récord cuidadoso del desarrollo del niño. Los educadores y los padres son considerados como expertos, capaces de contribuir al desarrollo de los niños.
Para conocer más sobre el High/Scope puedes acceder a: http://www.highscope.org
Reggio Emilia
Este enfoque enfatiza la cooperación, la colaboración y la organización entre los educadores, los padres y los niños (Gandini, 1993). Los fines educativos consisten en promover las relaciones positivas, aprender a colaborar y apreciar la diversidad de las ideas y sus múltiples expresiones. El currículo se organiza a través de temáticas seleccionadas por los niños, que luego se traducen a un proyecto de aprendizaje. Las salidas a la comunidad, el trabajo con materiales reciclables y la búsqueda de solución a problemas cotidianos promueven el desarrollo de las destrezas y competencias. En el enfoque de Reggio Emilia, el arte es considerado como una de las múltiples formas que tienen los niños para expresar su aprendizaje. Cada escuela cuenta con una atelierista, o maestra de arte, que colabora en el desarrollo de los proyectos, de manera que los alumnos puedan expresar su aprendizaje de forma creativa y artística (Edwards, Gandini & Forman, 1998).
El ambiente está diseñado para promover la comunicación, la exploración, el aprendizaje, la belleza y el sentido estético. Los padres son considerados centrales al currículo y participan activamente en la sala de clases, colaborando con los educadores y los niños. Dentro de las responsabilidades de los educadores se encuentra documentar el desarrollo de los niños de forma detallada, para lo cual se utilizan la fotografía, la representación artística y las transcripciones de los diálogos y discusiones realizadas con los alumnos.
Para conocer más sobre Reggio Emilia, puedes acceder: http://zerosei.comune.re.it/inter/index.htm
Modelo curricular
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¿Cómo ejemplifican las prácticas apropiadas?
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Montessori | |
High Scope | |
Reggio Emilia |
Principios a considerar al diseñar un currículo
Un currículo apropiado servirá como herramienta para ayudar a los educadores en la toma de decisiones con respecto al diseño de las metas educativas, los objetivos, las experiencias de aprendizaje, las estrategias de enseñanza y las formas de evaluar. Todo educador que sigue las Prácticas Apropiadas deberá considerar los siguientes principios al organizar y diseñar su currículo (Bredekamp & Copple, 2004):
- nutrir y promover, de forma integrada, todas las áreas del desarrollo humano: físico, emocional, social, lingüístico, estético y cognitivo;
- incluir una variedad de contenidos a través de las diferentes disciplinas, de manera que el mismo sea socialmente relevante, rete el intelecto, sea pertinente y significativo para los niños;
- diseñar actividades de aprendizaje a partir de los conocimientos que los niños tienen y las cosas que éstos pueden realizar, de manera que se consolide lo que saben y se estimule la adquisición de nuevo conocimiento;
- planificar de forma integrada, tal que se promueva, en los niños, un aprendizaje con sentido, amplio y profundo, propiciando así un rico desarrollo intelectual;
- promover el desarrollo del conocimiento y el entendimiento, de los procesos y las destrezas, como también de las disposiciones para hacer uso y aplicar las destrezas para que los niños continúen aprendiendo;
- enseñar los contenidos curriculares, de manera que reflejen los conceptos y las herramientas de inquirir determinados por las diferentes disciplinas, utilizando estrategias accesibles y acordes con el nivel de desarrollo de los niños;
- proveer oportunidades para apoyar la cultura y el lenguaje vernáculo de los niños, además de promover el desarrollo de sus habilidades para participar en la cultura del programa y la comunidad a la cual pertenecen;
- establecer metas curriculares realistas y alcanzables para todos los niños de una misma edad o nivel;
- integrar la tecnología al currículo –cuando sea posible–, con conocimiento y entendimiento, utilizando los equipos y programados adecuados al nivel de desarrollo de los niños.
El currículo, además, deberá proveer o adaptar experiencias educativas para atender, de forma inclusiva, a los niños con necesidades especiales. Para esto, es importante que, dentro de la planificación e implementación del currículo, se incluya una variedad de estrategias de assessment y evaluación, con énfasis en la observación y documentación del desarrollo individual de los niños.
¿Qué principios de las prácticas apropiadas puedes identificar en las decisiones que ha tomado María?
El juego como elemento fundamental en el desarrollo del currículo
¿Cómo se define el juego?
El juego, contrario a ser una actividad frívola y sin sentido, es considerada por los educadores como una actividad que promueve el aprendizaje en los niños y estimula su desarrollo. Su valor radica en que es algo natural en los niños y los mueve a explorar y aprender de su ambiente, a interactuar con los objetos y las personas. A través del juego, el niño manipula e interactúa con los objetos, ofreciéndoles oportunidades para desarrollar sus competencias físicas, intelectuales y socioemocionales.
¿Qué beneficios tiene el juego para el desarrollo de la niñez temprana?
A través de los juegos, se puede promover el desarrollo intelectual de los niños, ya que envuelven experiencias multisensoriales, mediante las cuales éstos pueden tocar, manipular, observar y demás. Si observamos a los niños realizar construcciones con bloques, construir una carretera, jugar con los carritos, jugar con marionetas para recontar o inventar cuentos, contar fichas para ver quién tiene más, podremos ver cómo estos juegos estimulan el desarrollo en todas sus dimensiones. Los bloques, por ejemplo, ofrecen la oportunidad para conocer las formas geométricas, aprender vocabulario, solucionar problemas y lograr dominio del simbolismo abstracto, a la vez que ayudan a refinar el desarrollo físico (agarre de pinzas, necesario para manejar los instrumentos de escritura), social (trabajo colaborativo) y emocional (sentido de logro). En este tipo de juego, el desarrollo cognoscitivo está íntimamente relacionado con el lenguaje; de ahí la importancia de promover el diálogo mientras los niños interaccionan con los objetos.
El juego es una actividad que se enfoca en el proceso (Bruner, 1972): les ofrece a los niños la oportunidad de experimentar cómo se hacen las cosas sin tener miedo a fallar o cometer errores. Cuando el niño juega, no hay una forma correcta de hacer las cosas. Más bien, es una acción guiada por la siguiente pregunta: ¿cómo funciona esto? Así, cuando tira una pelota, su interés está en observarla rebotar y correr para entender sus cualidades.
El desarrollo social se estimula cuando los niños juegan a mamá y papá, a ser maestra o dramatizan roles. En la dramatización se puede promover y observar cómo los niños van aprendiendo y definiendo los roles sociales; por ende, se van construyendo las destrezas de interacción social. También podemos propiciar el desarrollo social a través de otros juegos, como jugar bola con otro niño y participar en juegos de ronda. Cuando los niños tienen que negociar roles –o sea, determinar quién es mamá y quién es papá–, jugar con otros o participar en juegos colectivos se disminuye el egocentrismo. Los juegos en grupo ayudan a que comiencen a clarificar y comprender los límites y las reglas de interacción social.
Vygotsky (1978) nos dice que el juego permite al niño de edad preescolar entender las consecuencias de nuestras acciones. Por ejemplo, un niño que juega a mamá y a papá deberá cumplir con los límites y las reglas asociadas a esos roles para poder mantener la secuencia. Dicho autor también nos dice que el juego lleva al niño a retos que desarrollan su intelecto, cuando puede aplicar lo que sabe o se enfrenta a nuevas experiencias que requerirán de conductas más complejas.
El juego estimula el desarrollo del lenguaje oral y escrito. La disposición y el interés por aprender el lenguaje se puede observar cuando los infantes balbucean e imitan sonidos, cuando los maternales juegan con el sistema lingüístico (imitan sonidos del ambiente e inventan palabras), hablan a través de una marioneta o el teléfono, dibujan libremente o tratan de imitar la escritura de las letras. La experimentación y creación del lenguaje es notable cuando juegan con los sonidos, ya sea solos o con sus amiguitos, cuando juegan con las estructuras de las palabras y la forma en que éstas se organizan para formar oraciones. El uso de rimas les motiva a aprender el significado de las palabras y a agudizar la discriminación auditiva. Dibujar y escribir garabatos que imitan el texto convencional nos demuestra su interés por la escritura. De ahí la importancia y necesidad de crear ambientes ricos en el desarrollo del lenguaje, donde los niños son escuchados y se les rodea de libros, instrumentos para pintar, dibujar y escribir. Los adultos nutren el desarrollo del lenguaje cuando les hablan y responden a los niños, o les cantan y les leen cuentos. Un ambiente rico en lenguaje promueve, además, el arte en todas sus expresiones para que los niños se familiaricen con las múltiples formas de expresión y comunicación.
Las manos son el instrumento de aprendizaje de los niños. Alentamos su desarrollo físico cuando propiciamos que toquen y se muevan libremente. Las destrezas de desarrollo motor grueso se estimulan con actividades que envuelven todo el cuerpo; por eso es importante buscar razones para que los niños caminen y se muevan. Las destrezas motor fino utilizan mayormente los músculos de la mano y preparan al niño para el uso del lápiz y la escritura. Es importante estimular dichas habilidades y que el niño sea consciente de su cuerpo y el espacio para que así desarrolle el sentido de dirección. Asimismo, hay que planificar para que tengan muchas oportunidades de practicar todos sus movimientos, como lo son: gatear, mover una maraca, sentarse, agarrar, tirar y halar objetos, armar rompecabezas, montar legos, bailar, tirarse por una chorrera, correr, agarrar, transportar objetos de un lugar a otro, ensartar cuentas, jugar con agua y arena, correr un velocípedo, sembrar plantas, recortar y pegar, entre otros. El movimiento corporal, el baile y la música son elementos esenciales en un ambiente dirigido a estimular el desarrollo integral.
Manejar los conflictos sociales y sentirse bien con sí mismo son elementos importantes para el desarrollo emocional. Los juegos en los cuales el niño tiene que interactuar con el adulto o con otros niños requieren adquirir competencias de coordinación y cooperación. Este juego social se puede dividir en varios tipos: con objetos, con adultos, paralelo (juega al lado de otra persona, imita la acción, pero no interactúa), asociativo (similar al anterior, pero comparten mensajes verbalmente) y cooperativo (dos o más niños coordinan sus acciones, intercambian mensajes y se asignan roles). El juego dramático es el nivel más alto del juego social, ya que implica: imitar roles; imaginar objetos, acciones y eventos; establecer interacciones con otros; comunicarse verbalmente y ser persistentes. De ahí la importancia de enseñar a los niños a seguir reglas durante el juego, como sucede en el “peek-a-boo” y los juegos de ronda. Aprender a vestirse, amarrarse los zapatos y peinarse, solucionar los problemas cotidianos que surjan en los juegos, dramatizar acciones de gracia y cortesía –como lo son: pedir un objeto prestado o permiso para hablar, colocar una mesa– son algunos ejemplos de cómo el educador puede estimular el desarrollo emocional en los niños.
Elkind (1981) señala que el juego provee a los niños oportunidades de entender y trabajar con situaciones difíciles. Por ejemplo, un niño a quien le informan que va a tener un hermanito, muy bien podríamos verlo, posteriormente, vistiendo y bañando, de forma imaginaria, al nuevo bebé. En este caso, el juego le permite adaptarse a una nueva situación que, para algunos niños, puede tener una carga emocional o de gran ansiedad.
La creatividad está íntimamente ligada al juego, ya que los niños, fácilmente, inventan con los objetos. Los educadores pueden motivar la creatividad, al observar y estimular a los niños a dialogar sobre sus ideas y celebrar sus creaciones, como pueden ser: construir casas con cajas, pintar animales imaginarios, vestirse con telas y papeles, ver y hacer de los objetos cosas diferentes, inventar palabras y canciones. Igualmente, la creatividad está íntimamente ligada al desarrollo de una autoestima positiva. Celebrar y desplegar los trabajos realizados por cada uno de los niños es una forma de exaltar y reafirmar el valor de cada uno.
La realidad queda suspendida durante el juego. El niño usa su imaginación para envolverse en actividades creativas, espontáneas y que le provocan gran alegría y satisfacción. A través de las dramatizaciones, como jugar a la escuelita, los niños practican roles sociales y adquieren vocabulario, a la vez que exploran el rol de ser maestra. Cuando los niños seleccionan sus propios juegos, desarrollan su sentido de independencia y laboriosidad; es como si se dijera: “yo puedo”.
Juegos a realizar con los niños
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Área de desarrollo a promover en el niño
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Rol que puede asumir el educador
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Mover una maraca. | ||
Tirar una pelota con diferentes colores y texturas. | ||
Voltear las páginas de un libro. | ||
Colocar cajas una dentro de la otra. | ||
Dibujar y pintar con creyones. | ||
Hablar con un amigo imaginario utilizando un teléfono. | ||
Jugar juegos de ronda. |
Comparte tu lista con otros para ver cómo comparan sus ideas con las tuyas. También, puedes generar tus propios juegos para que puedas determinar el tipo de reto que pueden presentar a los niños.
El rol de los adultos en el juego: planificar, modelar y observar
Los educadores deben observar e interactuar con los niños. Para esto, es esencial planificar, primeramente, el ambiente y, en segundo lugar, los momentos dirigidos a efectuar dichas tareas. La planificación de experiencias de aprendizaje dependerá de la capacidad del educador de observar y dialogar con los niños para conocer mejor sus intereses, fortalezas y necesidades. Previo a comenzar el día de trabajo, deberá determinar qué objetos colocar en el ambiente, tener una idea clara de cómo se utilizan y cuál es su propósito didáctico. Luego, con voz pausada, agradable y entusiasta, invitará a los niños a jugar, les modelará la forma de manipular y utilizar los objetos, y les dará tiempo para que examinen el objeto, lo exploren y lo utilicen. El educador aprovechará ese momento para observarlos.
Mientras los niños trabajan, la función del educador es observar y animar con tranquilidad a aquellos que necesitan ayuda. Cuando los infantes juegan, el guía asume el rol de ponerles en contacto con los objetos, hablándoles y estimulándolos a jugar. Según los niños crecen, la actividad puede tornarse paralela: el educador se sienta a jugar al lado del niño y dialoga en voz baja sobre lo que se está haciendo. Cuando los niños están listos para interactuar con otros, el educador puede preguntarles a qué juegan y cómo se juega, ofrecer comentarios y participar desde dentro o fuera. Si el niño invita al educador a jugar, éste aprovechará la oportunidad para modelar las conductas apropiadas o servir de tutor dentro del juego. Si, por el contrario, el educador observa desde afuera, puede ofrecer comentarios a los niños o guiarlos con preguntas.
Los juegos no tienen género, por lo que es importante asegurarse de que todos los niños sean invitados a jugar en las distintas áreas o centros de aprendizaje. Los educadores deben colocar actividades atractivas a los intereses y el nivel de aprendizaje de los niños, de manera que todos se motiven a participar. Igualmente, el juego es un buen momento para integrar la diversidad cultural, poniéndolos en contacto con juegos y canciones de otros países.
¿Cómo trabajar con los niños que presentan problemas para jugar?
Algunos niños tienen dificultad para jugar con otros. Esto puede suceder por muchas razones, entre las que se encuentran: timidez, falta de experiencias, sentirse fuera de lugar por desconocer cómo se juegan algunos juegos, traumas emocionales (como la pérdida de un familiar por muerte, divorcio, mudanza, entre otros), abuso, negligencia, dificultades en el lenguaje o retardo mental. En estos casos, lo más importante es buscar ayuda de los especialistas, orientarse sobre la situación particular y referir al niño para que reciba la ayuda necesaria. Sin embargo, tenemos que dar las mismas oportunidades e igual atención que a los demás. Es nuestra responsabilidad hacerles sentir bien con sí mismos, invitarlos a participar sin obligarlos.
El currículo para la niñez temprana: recomendaciones para la creación de un ambiente de aprendizaje apropiado
La planificación del currículo enfatiza el aprendizaje como un proceso interactivo. Los maestros preparan el ambiente para que los niños aprendan a través de la exploración y la interacción activa con los adultos, sus pares y los materiales apropiados. El conocimiento del desarrollo típico de los niños dentro del espectro de posibilidades por edad provee un marco de referencia amplio para quien diseña el currículo, de forma tal que se elabore un ambiente de aprendizaje con metas, objetivos y experiencias apropiadas. Como todos sabemos, las enormes diferencias y variaciones entre niños de la misma edad cronológica nos llevan a reconocer dicho factor sólo como un índice más del desarrollo de la madurez mental. Igualmente, los estudios en el campo de la neurociencia señalan que, desde la infancia hasta la edad de 10 años, las células del cerebro, no solamente forman la mayoría de las conexiones que van a permanecer a lo largo de su vida, sino que también es en esta época del desarrollo que tienen la mayor posibilidad de modificarse (NAEYC, 2004).
Las decisiones sobre el currículo y las interacciones entre el adulto y la niñez deben ser tan individuales como sea posible. Ello implica que, aunque debemos establecer metas y expectativas para todos los niños, éstas deben ser flexibles, tal que se valoren las diferencias individuales producto de los aspectos biológicos del desarrollo y las experiencias de aprendizaje que se tienen durante la niñez temprana. De ahí la importancia de que, para comprender mejor el desarrollo de los niños, sea necesario conocer su contexto sociocultural y familiar.
La mayoría de los infantes y los maternales están, en esta etapa de sus vidas, en lugares de cuido infantil. Si tomamos en consideración lo anteriormente expuesto, entenderemos por qué es importante que, al planificar el currículo, los educadores organicen las experiencias de aprendizaje de tal manera que éstas contribuyan al desarrollo óptimo del niño. Esto implica estructurar experiencias integradoras en todas las áreas del desarrollo: físico, social, emocional y cognitivo. Un cuidado de calidad en las primeras etapas de crecimiento puede hacer la diferencia en la vida de los niños, inclusive puede predecir el éxito académico, el ajuste a la escuela y, además, reducir los problemas de conducta en su primer grado (Howes, 1998 en NAEYC, 2004). A continuación, se sugieren ideas a considerar al estructurar el ambiente y las actividades para los infantes y maternales.
Infantes (nacimiento – 9 meses) – Cada bebé es único. Los recién nacidos difieren en la forma que usan sus sentidos, en sus respuestas a los distintos estímulos y en la manera de aprender. Sin embargo, todos los bebés necesitan estar en un ambiente seguro, donde se sientan amados y atendidos por quienes son sus cuidadores primarios. Desde el nacimiento, los niños están activamente comprometidos con la construcción de su propio conocimiento a partir de sus experiencias, las cuales están mediadas y, a la vez, atadas a su contexto sociocultural. Los bebés llegan al mundo listos para establecer relaciones y así lo expresan en los sonidos que emiten, en sus expresiones faciales y en sus movimientos, signos con los cuales comunican sus necesidades y sus sentimientos. Se deleitan con el lenguaje y aprenden a través del movimiento con sus manos, pies y el resto del cuerpo. Para los infantes, es de suma importancia el contacto frecuente con otras personas y que se les permita tocar y sentir los objetos según exploran el mundo que les rodea.
Ya que cada bebé es único, la tarea de su cuidador será observar y aprender a reconocer las necesidades individuales del infante, su rutina de alimentación y de dormir, cómo se acerca a lo nuevo (incluyendo a otras personas) y cómo prefiere que lo sostengan cuando lo alimenta o cuando lo duermen. El sentido de seguridad y confianza se desarrolla en los bebés en la medida en que las conductas de sus cuidadores les resulten predecibles y les ofrezcan experiencias interesantes.
La planificación del día de los infantes girará en torno a las rutinas estructuradas para las siguientes actividades: el cambio de pañales o de ropa, las horas de alimentación y los espacios para el sueño. El ambiente en que se dan dichas rutinas debe prepararse con mucho cuidado. El mismo deberá estar limpio para proteger la salud de los niños. Deberá tener un área para los artículos de aseo personal (pañales, jabón, toallitas de limpieza y otros), junto a un lavamanos. Igualmente, se tendrá un área para alimentarlos, con cómodos sillones para las madres que vendrán a lactar y sillas altas para alimentar a los bebés que han comenzado a ingerir alimentos sólidos. Asimismo, debe haber un área para dormir, donde cada infante tenga su propia cuna, que se usará exclusivamente para los momentos de sueño.
Cuando las rutinas son placenteras, los infantes aprenden que sus necesidades y su cuerpo son importantes. Un ambiente adecuadamente organizado deberá proveer un área amplia para que los niños puedan moverse y gatear libremente (mientras son observados por un adulto en todo momento). En esta área, tendrán oportunidades variadas de encontrar objetos que capturen su atención, que puedan mirar, tocar y manipular, estimulando así la curiosidad y la necesidad de explorar el mundo a su propio ritmo. Los educadores estructurarán en la rutina un espacio para sacar a los niños a pasear en el jardín y se incluirán periodos para escuchar música y cantar nanas, con el propósito de promover el lenguaje. En todo momento, el educador hablará a los niños de forma suave y con un tono de voz pausado, para que, fácilmente, puedan establecer asociaciones entre las acciones y las palabras.
Otro aspecto importante que deberá considerar el educador es la etapa de transición del hogar al centro de cuido. Cuando los infantes entran a un centro –luego de haber establecido una relación con sus padres o cuidadores primarios– deben establecer nuevas relaciones, por lo que les tomará un tiempo en ajustarse a las diferencias que percibirán en el tacto, en los nuevos tonos de voz, los sonidos y objetos que conforman el nuevo ambiente. Para minimizar el impacto que tendrán estos cambios en el infante, es importante establecer una especie de alianza entre el cuidador y los padres, basada en la comunicación diaria y continua. Tanto los primeros como los segundos deberán definir un período de tiempo para recibir información importante sobre la salud y los hábitos del infante, sus patrones de alimentación y sus logros, entre otros asuntos.
Si tú fueras Carmen, ¿qué cosas harías para estimular la comunicación con José?
Infantes (8 – 18 meses) – Esta etapa se caracteriza por una gran movilidad en el niño y el desarrollo del sentido de su identidad. El infante se lanzará a explorar el ambiente y a buscar aventuras; sin embargo, necesitará sentirse seguro y apoyado. El rol de los educadores consistirá en ofrecerle ese apoyo incondicional, animándole con el contacto visual, hablando y haciendo gestos de aceptación. Si el infante siente que cuenta con apoyo, desarrollará sentimientos de confianza y seguridad en sí mismo y para hacer las cosas. En esta etapa, el ambiente deberá ser amplio, seguro y estético. Las rutinas variarán respecto a las anteriores, ya que el infante pasará más tiempo despierto y necesitará de nuevas experiencias (que pueden ser excitantes, retadoras, placenteras o frustrantes). El momento para jugar deberá incluir tiempo para gatear, trepar, caminar y explorar los objetos.
A esta edad, los infantes imitan y hacen mímicas faciales para expresar coraje o tristeza. Este es el primer paso para el juego dramático, a través del cual los niños practican lo que experimentan y ven en su ambiente. En esta etapa, ya pueden discriminar entre lo que les es familiar y lo que no lo es. Aunque con intensidad diferente, demuestran ansiedad ante las personas que no les son familiares. En ocasiones, se aferran a objetos –almohaditas, una pieza de ropa de papá o mamá, un juguete en particular– que le servirán de asistencia en el avance hacia la independencia. En el ambiente, se les hablará de forma sencilla en todo momento, se les animará a usar los sonidos para comunicarse y se tendrá tiempo para escuchar y demostrar interés en descifrar los mensajes que el infante desea comunicar. También, se les proveerá tiempo para escuchar música, cantar y explorar el ritmo con juegos de mano, para así motivar la comunicación y el sentido de independencia.
Igualmente, será importante que, en el ambiente, los infantes se puedan mover cómodamente, por lo que los espacios deberán estar libres de peligros. El educador deberá ofrecer un cuidado amoroso y afectivo, con una mirada vigilante. Le señalará los límites hablándoles de forma pausada y ofreciéndoles explicaciones de forma clara y sencilla.
¿Qué cosas puede hacer María para estimular la exploración en Nina y Tere?
Maternales (16 a 36 meses) – Durante esta etapa, el proceso de búsqueda de identidad es predominante, al igual que su interés por explorar y su necesidad de seguridad e independencia. Se observará a los niños entablando relaciones con sus pares. Para esto, necesitarán apoyo de los adultos. Se observará, además, una fascinación con las palabras y el lenguaje. Comenzarán a utilizar las palabras para comunicarse e interactuar con otros. Las rutinas variarán de la etapa anterior, ya que el juego se convertirá en la actividad primordial.
El rol del educador consistirá en observar, estimular el desarrollo de los niños y asegurarse de mantener un balance entre las necesidades de actividad y de inactividad, esto es, juego y sueño. Las rutinas deberán ser organizadas para proveer un balance entre actividades pasivas y activas. El ambiente deberá ser amplio, seguro, limpio y estético. Estará organizado en diferentes áreas, con materiales diversos colocados al nivel de los niños, de manera que ellos mismos puedan seleccionar las actividades libremente. También, se promoverá, entre otras: jugar al aire libre, caminar, saltar, cantar, explorar los libros, dibujar, montar rompecabezas y jugar con otros manipulativos.
Durante esta etapa, surgirán conflictos debido a que los niños tendrán dificultad para entender el punto de vista de los demás. A pesar de que se les hará difícil compartir sus juguetes con los otros, el educador podrá estructurar actividades para estimular la colaboración. Asimismo, cuando los niños no consiguen lo que quieren, pueden reaccionar de forma impulsiva, demostrando así su frustración. Sin embargo, con la ayuda del adulto, pueden aprender a esperar y negociar. Esto les ayudará a crecer como seres sociales, aprender a seguir las reglas, a cooperar y mostrar empatía por los demás. Los educadores tienen el deber de ofrecer a los niños oportunidades para que desarrollen su sentido de responsabilidad (cuido de las plantas y animales), aprendan a enfrentar retos (tratar de hacer las cosas otra vez), a tomar decisiones y a que se les discipline (poner límites y entender las consecuencias), sin perder su dignidad. Por esto, el ambiente deberá tener los límites claramente determinados, y el educador deberá ser consistente en las reglas de conducta. Esto permitirá que los niños desarrollen su confianza personal y social.
¿Qué podría hacer Maestra Isabel para que Pedro se una al juego de Joel y Karina?
Preescolares (3 – 5 años) – Durante esta etapa, los niños sufren grandes cambios, ya que su desarrollo parece dar saltos cuantitativos y cualitativos. El ambiente debe ir dirigido a fomentar la independencia, el control del movimiento, el lenguaje, el pensamiento simbólico, las relaciones con otros y la cooperación. Esto requerirá de un espacio amplio, estético y seguro, que promueva el desarrollo integral de los niños.
En el aspecto físico, los niños caminan, corren, saltan, brincan, juegan activamente y parecen nunca detenerse. El ambiente deberá proveer el espacio para promover la coordinación del movimiento, por lo que es necesario que sea amplio y tenga acceso a un patio con equipo para jugar.
Lingüísticamente, se observará que el niño va adquiriendo más vocabulario e irá de las oraciones sencillas al uso de oraciones complejas, de tener dificultad en llevar una conversación a poder escuchar a otros, de interrumpir a poder aportar con sus ideas. Como el adulto servirá de modelo, es importante hablarles de forma correcta, en un tono de voz suave y pausada. En estas edades, los niños tienen una gran apertura y facilidad para aprender un segundo idioma. Leer cuentos, jugar con marionetas, realizar dramatizaciones, cantar y dialogar informalmente con los niños son algunas de las actividades a incluir en el currículo para fomentar el lenguaje. Este último, deberá estar presente en todo el ambiente, que deberá incluir un área de lenguaje donde ubiquen los libros de cuentos, los instrumentos para dibujar y escribir, entre otros materiales.
En el área cognitiva, es importante desarrollar el pensamiento simbólico. Así, el ambiente deberá fomentar la dramatización de situaciones cotidianas, la memorización, la predicción, el uso del lenguaje, el razonamiento lógico, la imaginación y la creatividad. Las áreas del hogar y jugar con bloques son espacios importantes para promover el desarrollo cognitivo en los niños. Otros aspectos que deben considerarse al diseñar el currículo son: el egocentrismo, enfocarse en una característica a la vez, el aprendizaje a través de experiencias concretas, la invención y atribución de características humanas a los objetos inanimados y los lapsos de atención cortos. El currículo deberá atender estos aspectos y fomentar el trabajo colaborativo utilizando ejemplos concretos para enseñar los conceptos, invitando a los niños a dialogar sobre sus vivencias y estructurando periodos largos (de una hora o más) para que puedan jugar, organizar proyectos y explorar conceptos.
Las relaciones con los pares son esenciales para aprender la conducta social, emocional y moral. El juego con los pares les permite descubrir los límites y consecuencias de su conducta. En esta etapa, surgen los miedos, por lo que es primordial fomentar la confianza en las relaciones con los adultos. Será responsabilidad del educador asegurar que los niños descubran que cada uno de ellos es importante y vale. Asimismo, los guiará a distinguir lo correcto de lo incorrecto, ofreciéndoles oportunidades para cometer errores y aprender de los mismos.
Los centros de aprendizaje y su función el currículo
Los centros de aprendizaje son espacios definidos que nos permiten ubicar materiales y equipo que facilitan el desarrollo holístico de la niñez. Estas áreas nos permiten organizar el conocimiento, las competencias y los valores establecidos en el currículo de manera integrada. Dependiendo del enfoque curricular, podremos observar diferentes centros de aprendizaje, entre los que se pueden incluir: lenguaje, biblioteca, hogar, bloques, agua y arena, manipulativos, matemáticas, ciencia, arte y música. En cada área, los niños encontrarán anaqueles con los materiales educativos colocados a su alcance, agrupados por temas y organizados en secuencia de sencillo a complejo. Los educadores presentarán los materiales a los niños para que luego los utilicen tantas veces como los necesiten. Así, podrán explorar los conceptos de forma individual o en grupos pequeños.
¿Qué otros materiales le sugerirías a Maestro Pedro para colocar en otros centros de aprendizaje?
- Lenguaje: ____________________________
- Biblioteca: ___________________________
- Hogar: ______________________________
- Matemáticas: _________________________
La función de los educadores y los centros de aprendizaje
La función primordial de los centros de aprendizaje es organizar el conocimiento, proveer los materiales necesarios para estimular la exploración de los conceptos a través de una experiencia concreta y desarrollar el lenguaje. Los educadores son responsables de cambiar los materiales colocados en las áreas periódicamente, mantenerlos limpios y organizados, y así lograr que se transmita un sentido de orden, integración y belleza. Las áreas deberán invitar y motivar a los niños a explorar y preguntar. El educador deberá planificar el ambiente de tal manera que los niños “aprendan haciendo” e interactuando con los objetos, otros niños y los adultos.
Los materiales educativos y las actividades seleccionadas deben ser concretos, reales y relevantes a la vida de los pequeños. Un ambiente estético los estimula a seleccionar libremente, a manipular los materiales y a reflexionar sobre su trabajo. Los educadores modelan, guían y observan a los niños mientras trabajan. Los errores que cometen estos últimos son vistos como oportunidades de aprendizaje y se utilizan para ayudar y promover su aprendizaje.
El educador fomenta el trabajo, tanto individual, como en grupos pequeños y grandes. Asimismo, estimula a los niños para que aprendan de sus compañeros y así promover la cooperación y el desarrollo de las competencias sociales. La rutina es flexible, pero se establecen y definen periodos de trabajo, como el saludo y la bienvenida (efectuada entre todos en el círculo al comienzo del día), trabajo en grupos pequeños (de cuatro o cinco niños) en las diferentes áreas (por periodos de 45 minutos o más), el juego al aire libre, o recreo (durante el cual los niños pueden jugar solos o en grupos), la lectura de cuentos (para todos en el círculo) y el trabajo individualizado (para practicar diferentes competencias y destrezas).
Si tú fueras Maestra Astrid, ¿qué harías? ¿Continuarías observando o le ayudarías a montar el rompecabezas? Explica tu respuesta:
El área dirigida al desarrollo del lenguaje
El aprendizaje de la lectura y la escritura es fundamental al currículo, ya que de esto depende el éxito que tendrán los niños en la escuela y en el futuro (Neuman, Copple & Bredekamp, 2001). La adquisición del lenguaje es un proceso continuo y evolutivo, que se puede observar desde el nacimiento. En términos generales, los primeros años de la infancia (0-8 años) son cruciales para la adquisición del lenguaje. En los bebés, el llanto es la forma para comunicarse con los adultos. Según crecen y reconocen la voz de sus cuidadores, responden con balbuceos y sonidos, hasta decir sus primeras palabras: “mamá” y “papá”. En la escuela maternal, se puede observar cómo los infantes logran tener un dominio de las palabras, frases y oraciones cortas, o “telegráficas”, rápidamente. En el nivel preescolar, el vocabulario de los niños se expande, ya que les gusta preguntar, llevar conversaciones con otros, dibujar e imitar la escritura. El aprendizaje del lenguaje se da de forma informal, por lo que es importante que el ambiente se planifique cuidadosamente para promover las artes del lenguaje –escuchar, hablar, leer y escribir– en los niños desde temprana edad.
El aprendizaje de la lectura y la escritura es un proceso complejo, polifacético, que requiere una amplia variedad de técnicas (Neuman, Copple & Bredekamp, 2001). Para esto, no existe un método de enseñanza en particular (Strickland, 1994); por el contrario, los buenos maestros utilizan un sinfín de estrategias para así llegar a todos los niños. Leer en voz alta es una de las más importantes para desarrollar el interés y el amor por la lectura y la escritura (Wells, 1995; Bus, van Ijzendoom & Pelligrini, 1995).
¿Cómo podemos planificar un ambiente rico en lenguaje?
- Preparar un área de lenguaje que incluya libros variados con fotografías, láminas y objetos para parear, cuentos, papeles de diferentes tamaños y colores, creyones y lápices de colores, pizarras pequeñas y tizas, uso de felpógrafos y pizarras magnéticas, letras en lija, un lugar para desplegar los trabajos de los niños, una computadora con programados que promuevan la lectoescritura, mesas y sillas para dibujar y escribir, un sillón para leer, cojines y una alfombra para acostarse a mirar los libros, anaqueles al nivel del niño con libros con láminas, cuentos, poesías, informativos, entre otros.
- Integrar, a todas las áreas, material de lectoescritura; por ejemplo, colocar en la puerta el nombre del salón y la maestra, tener un calendario con el nombre del mes y los días, rotular y desplegar los nombres de los niños en un área para utilizarlos al pasar la asistencia diaria, rotular los objetos que se colocan en cada una de las áreas, colocar libros en cada área relacionados al tema o tópico a explorar, entre otras.
- Incluir las actividades de lectoescritura en las de rutina; por ejemplo, leer los nombres de los niños para cotejar la asistencia diaria, desplegar el menú de las comidas del día, utilizar el calendario y el cartel del tiempo para promover la lectura, leer y releer un cuento todos los días en el cerco, cantar canciones y seguir la letra utilizando un cartel.
- Conversar con los niños, decirles los nombres de los objetos, demostrar interés en sus preguntas y comentarios, alentarlos a que hablen de sus experiencias, describan las ideas y verbalicen lo que piensan.
- Mostrarles libros, leer y releer sus cuentos predilectos, referirse a las letras por su sonido y sus nombres, promover que exploren y asocien la relación entre las letras y los sonidos, hacer juegos de lenguaje, como adivinanzas, rimas, canciones y juegos de ronda.
- Demostrarles cómo manejar los libros, cómo pasar las páginas, cómo seguir el texto de izquierda a derecha, cuál es la portada, dónde aparece el nombre del autor. Leer textos y cuentos apropiados al nivel de los niños, que incluyan: lenguaje rítmico y vocabulario sencillo (láminas acompañadas de palabras u oraciones cortas); cuentos cortos ilustrados, libros predecibles e informativos. Los temas deben tocar la vida cotidiana, los valores e intereses de los niños.
- Animar a los niños a dibujar y experimentar con la escritura. Se debe estimular a que seleccionen los tópicos que les interesan para escribir, enfatizando que se escribe para una audiencia real (los compañeros, padres y amigos). En primera instancia, el educador los estimula a dialogar y luego a dibujar. El rol del educador será traducir y transcribir lo que dibujan a texto convencional. En el caso de los niños que ya reconocen las letras, el educador les invita y motiva a escribir las letras del alfabeto y algunas palabras comunes que acompañarán sus dibujos.
- Estructurar periodos diarios para la enseñanza formal de la lectoescritura. Todos los días se debe leer a los niños, estructurar experiencias en grupo grande y grupos pequeños para explorar las palabras (letras y fonemas), dibujar y escribir. Se debe, además, estructurar actividades individualizadas para conocer y documentar el desarrollo de los niños.
- Dedicarles tiempo suficiente para hablar, leer y escribir. Observar, estimular su desarrollo y documentar, a través de la creación de proyectos y portafolios, la evolución de su aprendizaje, entendiendo los problemas de aprendizaje que puedan presentar los alumnos y respetando, en todo momento, los niveles de aprendizaje.
- Hacer excursiones a las bibliotecas, museos y sitios de interés en la comunidad para hablar y escribir de estas experiencias.
- Motivar a los padres a participar en el proceso de la lectoescritura, asegurando que conocen el programa y las experiencias que el educador realiza en los centros, enfatizando la importancia de tener libros en la casa; de leerles a los niños sus cuentos favoritos todos los días; de proveerles oportunidades para dibujar y escribir en casa; visitar la biblioteca, los museos y zoológicos; ir a conciertos de música y cantar las canciones favoritas; motivar a los niños a escribir notitas y tarjetas a los abuelos, parientes y amigos; aprender y utilizar con los niños computadoras y la Internet. También, pueden establecer un sistema de préstamos de libros mediante el cual los niños llevan un libro de cuentos a casa para leer con los padres todos los días.
- Propiciar el respeto a la diversidad cultural, integrando las historias, los cuentos, el folklore y las tradiciones de las familias de los niños.
El área dirigida a promover el contacto con la naturaleza y la ciencia
Gran parte de la alegría y entusiasmo de los niños al sacarlos al exterior del salón estriba en el contacto con los elementos de la naturaleza que encuentran afuera. La observación de la naturaleza, sus olores, sus colores y su textura son elementos que les ofrecen la oportunidad de estar en contacto con situaciones concretas. Tocar la tierra, oler una flor, mirar de cerca un lagartijo y otros animales en su hábitat natural les permite establecer asociaciones de la diversidad de escenarios de vida y cómo acercarse con respeto a la naturaleza, el compromiso con la defensa y el cuidado del ambiente y su relación con el resto del planeta.
Para planificar el juego y las experiencias en el exterior o fuera del salón, el educador puede ofrecer a los niños la oportunidad de sembrar diferentes tipos de plantas que crezcan o florezcan con un mínimo de cuidados, tomando en cuenta el nivel de desarrollo de sus niños. Los padres y los miembros de la comunidad interesados pueden contribuir con estas iniciativas y compartir el proceso de la siembra de plantas y observación de las maravillas de la naturaleza. Inclusive, se puede invitar a algún representante de organizaciones que trabajan con la defensa del ambiente en Puerto Rico para compartir sobre las especies en peligro de extinción, tanto de árboles como de animales.
¿Qué podemos hacer?
- Hacer del contacto con la naturaleza una parte integral de la planificación diaria.
- Incluir paseos y caminatas por los alrededores de la escuela o del centro, de acuerdo con el nivel de desarrollo de los niños (infantes, maternales, preescolares).
- Tener materiales en el salón sobre temas relacionados con la naturaleza, que estimulen el juego creativo.
- Planificar campamentos (acampar), aunque sea simulado dentro del salón de clases, y estimular a los niños a producir los materiales que necesitarían para crear los mismos. Solicitar la colaboración de los colegas y padres para esta actividad. Se deben seguir las reglas de seguridad que correspondan y los asuntos relacionados con la salud (alergias, por ejemplo).
- En colaboración con los colegas y los padres, planificar visitas a lugares donde los niños puedan observar, tocar y aprender acerca de los animales.
- Estimular a que los niños hagan cuentos relacionados con sus experiencias con la naturaleza (lluvia, mar, tormentas, árboles).
- ¿De qué color es esta amapola?
- ¿Cuántos pétalos tiene? Vamos a contarlos.
- ¿Y por qué los pétalos de la amapola no se caen?
Las niñas observan la flor y le explican a la maestra que los pétalos parecen estar metidos dentro de la copita verde. Maestra Rosa les dice: “Sí, esa parte de la flor se le llama cáliz. ¿Les gustaría colocar las flores en una vasija con agua para mantenerlas vivas y disfrutar de su belleza?”
Analiza esta situación y explica los propósitos que Maestra Rosa tiene al explorar la naturaleza con sus niños.
Las bellas artes como apoyo para el desarrollo y el aprendizaje: la música, las artes visuales y la dramatización
Las bellas artes estimulan la creatividad de los niños y son un apoyo para la expresión de sus sentimientos y emociones. Es importante ofrecerles la libertad y los materiales necesarios para explorar, en su forma particular y única, la maravilla de las experiencias artísticas y musicales. Es asombroso cada descubrimiento que un educador puede hacer cuando observa la expresión artística de los niños y cómo, en cada disciplina, se puede integrar el arte. El arte es un medio de comunicación universal que permite establecer relaciones humanas, independientemente de la variedad de símbolos que, sin lugar a dudas, se encuentran detrás del arte.
La Association for Childhood Education International (ACEI) recomienda que todos los niños tengan la oportunidad de expresarse a través de las artes. En sus postulados, establece que la comunidad internacional necesita personas con la capacidad para solucionar, imaginativa, inventiva, ética y con suficientes recursos para contribuir, de manera significativa, no sólo en la “Era de la Informática” en que vivimos, sino también más allá de épocas que ni siquiera nos podemos imaginar.
Diego, un niño de cinco años, juega muy activamente con carros. Tiene un carro preferido que no ha logrado encontrar y se lo comenta a la maestra. La maestra le dice a Diego que haga un dibujo del trayecto que ha recorrido cuando tenía el carro la última vez. Diego hace el dibujo y lo termina en el punto en que había dejado el carro. ¡Ahí estaba su carro!
Las artes siempre han sido vistas como un elemento central al currículo. Dice Henniger (2005), citando a Bruce, que las artes motivan al niño y lo involucran en el proceso de aprendizaje, estimulan su memoria, fomentan la comunicación simbólica, promueven las relaciones y proveen una avenida para el desarrollo de la competencia. Las artes son un proceso natural para los niños. Según estos maduran, física y mentalmente, van cambiando los trazos que hacen los infantes y maternales a un arte más definido durante los grados primarios.
El contenido de arte en el currículo debe estar claramente definido en las oportunidades y experiencias que se les ofrecen a los niños. Los educadores deben ser muy cuidadosos en la selección de materiales y equipo que se proveen en las actividades de arte en la sala de clases. Algunos ejemplos los que generalmente se encuentran en un centro preescolar son los siguientes: papel de diferentes colores, creyones, tizas, lápices de colores, marcadores, tijeras, témpera de diferentes colores y brochas. Éstos deben ajustarse a los intereses y proyectos que realizarán los niños. Es importante que seamos mesurados, por lo que los materiales se rotan y no se colocan todos a la vez. Así, evitaremos confundir a los niños, y ellos, a su vez, aprovecharán, mejor las experiencias.
¿Cómo los educadores pueden facilitar las experiencias con el arte en su sala de clases?
- Proveer a los niños la oportunidad de explorar a través de los materiales y equipo que se tenga en la sala de clases.
- Aumentar la dificultad, la complejidad y el reto de las actividades, de acuerdo con el desarrollo de las destrezas de los niños.
- Rotar los materiales en las diferentes áreas de la sala de clases para que los niños se interesen en el uso de diversos materiales.
- Valorar la creatividad de los niños.
- Hacer comentarios positivos de sus trabajos, de manera que fomenten una autoestima saludable. Por ejemplo: “Alana, veo que estás usando una variedad de colores preciosa, te van a quedar hermosos los diseños que estás haciendo”. Esto es una forma saludable para destacar la importancia de los trabajos de cada uno de los niños.
- Describir y demostrar el uso apropiado de las herramientas y materiales.
- Disfrutar de la libertad que les proveen a los niños para crear sin darle modelos que puedan parecer los “correctos” al momento de hacer arte. De esta forma, se fomentará la creatividad.
- Demostrar los trabajos de todos los niños en la sala de clase o en un lugar escogido, tomando en cuenta que queden a la altura de la vista de los niños.
- Llevar a los niños a visitar museos de arte, exponerlos a diferentes técnicas (pintura, dibujo, grabado, fotografía, moldeado en barro, escultura, entre otras) y las obras de diferentes artistas, en especial ponerlos en contacto con los valores, temas y artistas puertorriqueños.
La música
De igual manera que con el arte, la base para el gusto musical y el desarrollo de habilidades para la música se da en la niñez temprana. Los estudios demuestran (Ball, 1995 en Henniger, 2005) que el potencial para aprender música se estabiliza a la edad de nueve años. Muchos educadores y padres son conscientes de esta realidad e involucran a sus niños desde muy temprana edad a escuchar una variedad de estilos de música, a cantar, bailar y aprender a tocar instrumentos musicales.
La música es una disciplina que ha recibido mucha atención de parte de los educadores en general y en particular los educadores de la niñez temprana. Existe una gran cantidad de canciones escritas especialmente para las diversas etapas de desarrollo. Se mencionan múltiples razones para incluir la música en el currículo. Isenberg y Jalongo (2001) –citado en Henniger (2005) – y otros autores, han señalado los siguientes beneficios de la música en el desarrollo de los niños:
- Lenguaje
- Autoexpresión
- Destrezas para la memoria
- Concentración
- Interacción social
- Desarrollo motor fino
- Escuchar Solución de problemas
- Trabajo en equipo
- Creatividad
- Relaciones familiares
- Autoestima y confianza personal
- Desarrollo emocional
- Expresión vocal
- Comprensión cultural
- Destrezas perceptuales
- Desarrollo afectivo
La música estimula interconexiones neuronales en el cerebro, que están asociadas con formas más altas de inteligencia, como el pensamiento abstracto, la empatía, las matemáticas y la ciencia.
La melodía de la música y los patrones rítmicos son un ejercicio para el cerebro y ayudan a desarrollar la memoria. Como ejemplo, las letras del abecedario se pueden aprender cantándolas.
La música ayuda a los niños a desarrollar buenos hábitos de escuchar, que son esenciales para el aprovechamiento académico. Los investigadores que han estudiado el desarrollo de habilidades musicales en los niños, de acuerdo con Henniger (2005) describen sus resultados en términos del desempeño típico por edades en vez de identificar los resultados en las etapas de desarrollo:
- Infantes – reaccionan a la suavidad y los tonos de la voz de los seres humanos.
- Maternales – discriminan los sonidos, oyen la música, repiten algunas frases, disfrutan de crear su música.
- Tres años – controlan su voz y entonan canciones sencillas, pueden tocar instrumentos rítmicos (tambores, maracas y otros).
- Cuatro años – pueden entonar canciones completas de memoria, clasificar instrumentos musicales por sonido, forma y tamaño, aprender conceptos básicos de la música, graduar su tono.
- Cinco años – maduran su sentido del tono, del ritmo y de la melodía.
- Seis a ocho años – se aproximan cada vez más a la madurez de la voz, desarrollan sentido de la armonía, establecen preferencias musicales y pueden manifestar interés por tocar algún instrumento musical.
- Movimiento de los niños
- Expresiones corporales y faciales
- Compartir con los demás niños
- Creatividad
Redacta tus observaciones en el siguiente espacio:
Matemáticas
La enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas puede ser una experiencia fascinante, interesante y pertinente según las actividades, estrategias y materiales que se usen. El principio del niño como un ente activo en su aprendizaje, aplicado a las matemáticas, puede llevar al manejo de temas múltiples en los cuales los niños manipulen y descubran conexiones reales del mundo que los rodea.
Durante la niñez temprana, los niños desarrollan comprensión y entendimiento de conceptos matemáticos esenciales en el aprendizaje futuro de esta disciplina. Este aprendizaje los lleva al dominio de unas competencias y destrezas particulares, entre éstas:
- Capacidad para clasificar – implica la habilidad para agrupar objetos o ideas de características similares. Los educadores pueden usar diferentes objetos para reforzar esta habilidad: piedras, tapitas, bloques, lápices y otros.
- Capacidad para colocar objetos en serie – ordenan los juguetes, por ejemplo, de mayor a menor, por peso altura, tamaño u otra características.
- Capacidad para crear y reconocer patrones, ya sea de manera espacial, visual, auditiva y numérica.
- Capacidad para comprender los conceptos numéricos. Durante los primeros años, los niños aprenden a contar de adelante hacia atrás y viceversa, cuentan de dos en dos y entienden los números hasta el 100.
- Capacidad para cuantificar y medir los materiales en el mundo. Encontrar la altura, el peso, el volumen y la dimensión de los objetos son ejemplos de medición.
- Geometría – El estudio de formas en dos o tres dimensiones y cómo éstas se relacionan se llama geometría. Aunque puede parecer un tema para aprendices de mayor edad, el mundo de los niños está lleno de múltiples formas que a ellos les gusta explorar.
Uso de la tecnología
En la etapa que estamos viviendo en el mundo actual, la tecnología, en sus diversas manifestaciones –sea de manera más simple o más complicada– se ha hecho parte de nuestra vida diaria y de la de nuestros niños. Ya, desde pequeños, los niños navegan por los portales electrónicos con una facilidad asombrosa. Los juegos en computadora han tenido mucho que ver con esto. Los beneficios potenciales para el aprendizaje y desarrollo han sido documentados por varios investigadores.Los educadores reconocen la importancia de ofrecer oportunidades de acceso a las computadoras desde temprana edad como una herramienta efectiva para la exploración, el aprendizaje y el juego. Sin embargo, tienen la responsabilidad de examinar críticamente el impacto de la tecnología en los niños y cómo usarla para beneficio de éstos. La posición de la NAEYC apunta hacia diferentes asuntos relacionados con el uso de la tecnología con los niños de edad temprana:
- El rol del educador en la evaluación apropiada de la tecnología.
- Los beneficios potenciales del uso apropiado de la tecnología en programas de educación temprana.
- La integración de la tecnología al ambiente cotidiano de aprendizaje.
- Acceso equitativo a la tecnología, incluyendo a niños con necesidades especiales.
- Estereotipos y violencia en los programas de computadoras.
- El rol de los educadores y de los padres como defensores.
- Las implicaciones de la tecnología para el desarrollo profesional.
En el posicionamiento de la NAEYC se utiliza la palabra “tecnología” principalmente para la tecnología de las computadoras, pero puede extenderse para incluir las telecomunicaciones y los multimedios.
Los resultados de investigaciones realizada indican que, en la práctica, las computadoras suplementan, pero no reemplazan, actividades y materiales altamente valorados en la enseñanza de los niños, como son el arte, los bloques, el juego con agua y arena, la exploración con los libros de cuentos y el juego dramático.
¿Cómo esta experiencia ha servido para ver la tecnología como una herramienta de aprendizaje? Si ha tenido una experiencia similar; ¿cómo han reaccionado sus niños?
Los educadores tienen que hacer juicios constantes acerca de lo apropiado que son los programas que les sugieren y usan con los niños, como por ejemplo: la edad, si es individualmente apropiado, la diversidad cultural y social de sus niños, el estado socioeconómico y la facilidad de acceso.
¿Sabías que…?
- Los programados apropiados al nivel de desarrollo de los niños les ofrecen la oportunidad para el juego creativo, el aprendizaje y la creación.
- Los educadores deben evaluar el costo del uso de la tecnología en comparación con el uso de otros materiales.
- La tecnología le provee al niño oportunidades para autoevaluar su aprendizaje y el proceso de repetir para dominar las destrezas que no domina.
- Los niños prefieren trabajar con pares de su edad en vez de trabajar solos con la computadora.
- La tecnología extiende el beneficio más allá de la sala de clases para los niños de primer grado en adelante que ya saben leer y escribir.
- Los niños tienen experiencias de otras culturas y sociedades a través de los viajes virtuales que realizan utilizando como medio la tecnología.
- La tecnología puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo profesional de los educadores.
Conclusión
El currículo integrado es un plan escrito en el cual se recogen las metas, objetivos y actividades; se sugieren materiales educativos y estrategias de evaluación. Para ser apropiado a la niñez temprana, todo currículo debe:
- asegurar que propicia una comunidad de aprendices, donde, tanto los niños como los adultos, aprenden;
- enaltecer y propiciar el desarrollo y el aprendizaje de todos los niños;
- establecer metas y expectativas claras y apropiadas, de manera que fomente el desarrollo integral de los niños;
- monitorear el proceso de desarrollo y aprendizaje utilizando formas auténticas de avalúo;
- fomentar relaciones recíprocas entre la escuela, la familia y la comunidad.
Un currículo integrado es aquel que parte de los intereses y experiencias de los niños, y estructura experiencias ricas en las que se establecen conexiones entre las distintas disciplinas o áreas del conocimiento. El currículo integrado es flexible y toma en consideración el trasfondo cultural, nivel de desarrollo y estilos de aprendizaje. El currículo integrado atiende a los niños con impedimentos y necesidades especiales en un ambiente inclusivo. Esto requiere de una maestra altamente preparada y sensible, capaz de amar y respetar a todos los niños por igual. A continuación, te invito a escuchar a una maestra planificar un currículo integrado.
Currículo en Acción
El ambiente acorde al currículo
Tú, educador y educadora, eres el arquitecto que diseña un ambiente apropiado para la niñez. De ti depende que, en el ambiente, se provean experiencias multiculturales y no sexistas que contribuyan a: la autoestima del niño y a su integración –y la de sus familias– en el aula escolar. Asimismo, se debe generar una participación indiscriminada en la que impere:
- respecto,
- aceptación y
- apreciación de la diversidad (Bredekamp, 1984).
Currículo planificado basado en el aprendizaje como un proceso interactivo. Los educadores desarrollan un ambiente para que los niños aprendan a través de la exploración y la interacción con los adultos, sus pares y los materiales.
El salón que tú tienes es el ambiente idóneo para promover la paz, la tranquilidad y el valor de cada niño. Los salones son el espacio físico en el que tú y tus niños pasan la mayor parte del día. Por esta razón, te invito a crear un lugar atractivo, colorido, relajante y estimulante, en el cual la base sean las relaciones interpersonales. Para alcanzarlo, sólo tienes que visualizarlo como el rincón más preciado en el que todos y todas quieren estar. Lo lograrás cuando a ti y a tus niños les sea pertinente el entorno físico.
El niño será independiente en tu ambiente, al permitirle interactuar y resolver problemas solo o con un compañero más competente (Vygotsky, 1988). Esta es la base de un programa que se nutre de las prácticas apropiadas. El niño, cuando está en su etapa de desarrollo, no puede llevar a cabo una tarea por sí mismo, pero la puede realizar con ayuda de otra persona que evoque la función de analizar, procesar y actuar.
Te estarás preguntando: pero, ¿cómo los maestros podemos lograrlo? A continuación, te presento algunas recomendaciones que puedes seguir:
- Planificar experiencias educativas tomando en consideración los intereses, necesidades y talentos de los niños.
- Promover el juego como estrategia educativa.
- Realizar actividades y utilizar materiales concretos, reales y relevantes en la vida de los niños.
- Implantar diversidad de estrategias.
- Establecer una rutina diaria.
- Ser flexible y organizado al seguir la rutina diaria.
- Estructurar bloques de tiempo para diferentes actividades.
- Realizar transiciones efectivas.
- Evaluar el programa diario.
- ¿Qué recuerdas acerda de…?
- ¿Qué piensas que va a ocurrir?
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿Cómo sabes que son diferentes o iguales?
- ¿Cómo podemos resolver el problema?
- ¿Cuáles alternativas propones?
- ¿Por qué tomaste esa decisión?
- ¿Cómo te sentirías si…?
- ¿Para qué puedes utilizar…?
- ¿Cómo nos puedes demostrar lo que aprendiste?
- *(Kostelnik, Soderman & Whiren, 2004).
Escribe Otros ejemplos de preguntas.
Si sigues estas recomendaciones, propiciarás un proceso de enseñanza-aprendizaje en el cual el niño inicie la práctica de destrezas y la construcción de conocimiento (Bredekamp, 1986). Las oportunidades para preguntar, conversar, hacer comentarios y fomentar el pensamiento crítico son elementos primordiales en el ambiente preescolar.
En tu salón, facilitarás el desarrollo de experiencias curriculares, las cuales se organizan en unidades de estudio que pueden implantarse durante un tiempo determinado; por ejemplo dos semanas, tres semanas o un mes. Esto dependerá de los intereses y necesidades de tus estudiantes.
- ¿Cuáles son los intereses de tus estudiantes?
- ¿Cómo puedes investigarlo?
- ¿Qué elementos tomas en consideración para diseñar tu ambiente educativo?
- ¿Qué haces para planificar las experiencias educativas?
- ¿Cómo podemos organizar unidades de estudio?
Currículo integrado: planificación exitosa en el ambiente preescolar
Si has decidido elaborar un currículo siguiendo los parámetros de las prácticas apropiadas, es importante que analices lo que implica un currículo integrado. En primera instancia, se establecen y se relacionan las competencias y el contenido de las asignaturas con el estudio de temas. A través del estudio de unidades temáticas se promueve el desarrollo de la capacidad investigativa, la creatividad, la problematización, el desarrollo del lenguaje y el humanismo en la niñez.
La planificación de un currículo apropiado está basada en la observación y evaluación de las necesidades, intereses, talentos y el nivel de desarrollo de los niños (Bredekamp, 1986). La maestra tiene que hacer anotaciones diarias para atemperar las unidades de estudio a lo que realmente quieren y necesitan conocer sus niños (ver el módulo de Assessment).
- ¿Cuáles libros están leyendo?
- ¿Cuáles son los temas de dichos libros?
- ¿Qué intereses muestran los niños?
Toma en consideración dichos intereses y temas para desarrollar la unidad.
Al planificar, debes implantar estrategias de enseñanza que contribuyan al logro de las expectativas trazadas para la niñez que participa en tu programa educativo. Las estrategias se trabajan de acuerdo a las áreas de desarrollo de la niñez: lingüístico, cognoscitivo, creativo, físico y socioemocional. A continuación, te presento ideas prácticas de estrategias que puedes utilizar en tu salón:
PASOS PARA LA PLANIFICACIÓN DE UNIDADES TEMÁTICAS
Para que las unidades temáticas sean pertinentes, es importante elaborarlas con tus estudiantes. ¿Cuáles son los pasos a seguir?
1. Explora los temas.
La exploración de ideas se lleva a cabo junto a los niños para conocer aquellos temas que estarán investigando y analizando en el ambiente educativo. En este proceso, puedes integrar a los padres, educadores y demás personal de tu escuela.
- Cuéntame un poco de ti.
- ¿Qué te gusta hacer con tu familia?
- ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
- ¿Cuál es tu animal favorito? ¿Por qué?
- ¿Qué te gustaría aprender con tus compañeros?
2. Selecciona los temas a trabajar.
Una vez has explorado los temas, selecciona aquellos que estén de acuerdo con los intereses demostrados por tus estudiantes y sus necesidades, específicamente el contenido de las asignaturas.
3. Realiza un inventario de recursos.
Toma en consideración la disponibilidad de los recursos humanos, los materiales y los equipos que tienes en tu salón y en la escuela.
4. Prepara un mapa semántico de la unidad.
Elabora el mapa con los temas y conceptos a desarrollar. Un modelo esquemático para hacer el mapa puede ser:
5. Desarrolla una base informativa.
Al escribir una base de datos de información, incluye los objetivos, las competencias, la alineación con los estándares (en el nivel de kindergarten) y algunas ideas para el proceso de implantación (Kostelnik, Soderman & Whiren, 2004). Esto es lo que se llama una planificación de unidad.
6. Redacta tu plan diario.
Existen diversos esquemas de planes diarios que responden a las necesidades de la maestra y las exigencias de los administradores y supervisores. Cabe señalar que, sin importar la estructura del plan, es imprescindible incluir lo siguiente:
- Objetivos: a través de una acción, especifica lo que realizarán, aprenderán o desarrollarán los niños, así como el medio para lograrlo.
- Competencias: expectativas trazadas por áreas de desarrollo necesarias para alcanzar el logro académico.
- Estándares (en el caso de kindergarten): nivel de desempeño esperado y alcanzable, comparable con el nivel de desempeño actual.
- Materiales y equipos que se utilizarán en las actividades.
- Descripción de las actividades de acuerdo a la rutina diaria de cada salón.
- Estrategias de evaluación: detallar las técnicas e instrumentos que se utilizarán para evaluar la participación de los niños en las actividades, así como el logro de los objetivos trazados (ver el módulo de Assessment).
El proceso de planificación conlleva una reflexión del educador para “evaluar y validar el interés demostrado por los niños, la efectividad de las actividades y los resultados obtenidos. Reflexionamos sobre el proceso llevado a cabo, su complejidad o sencillez, las estrategias utilizadas, los materiales y las formas de recopilar evidencia” (Cintrón, López, & Corujo, 1997, p. 182). De aquí, se parte a la elaboración del próximo plan diario o de unidad.
- ¿Cuáles otros pasos añadirías? ¿Por qué?
- ¿Te atreves a elaborar una unidad temática? ¿Por qué?
Adelante.
¡A trabajar!
Planifiquemos tomando en consideración lo aprendido hasta el momento. Recuerda:
- A la hora de planificar, debes tomar en cuenta la edad de los niños que atiendes, así como sus experiencias y necesidades.
- Cada nivel tiene sus particularidades. Por eso, tu plan debe reflejar el nivel de dificultad de acuerdo con la edad que atiendes.
EJEMPLO DE UN PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE INFANTES
PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE INFANTES
Unidad: El yo
Tema: Los sentidos
Objetivos
El infante tendrá la oportunidad de:
- escuchar cuentos y canciones,
- repetir palabras,
- explorar su ambiente y diversas texturas,
- imitar movimientos,
- disfrutar al jugar,
- compartir con la maestra o educador.
Competencias por áreas del desarrollo:
Áreas del desarrollo
|
Nivel: nacimiento a un año
|
---|---|
lingüístico | escuchar balbucear emitir sonidos integrar palabras de vocabulario identificar la voz de la maestra o educador |
físico | agarrar tocar arrastrarse gatear caminar |
socioemocional | imitar abrazar sonreír jugar expresarse a través del llanto relacionarse con la maestra o educador |
cognoscitivo | señalar explorar observar examinar |
creativo | moverse bailar crear |
Actividades
Actividades
|
Nivel: nacimiento a un año
|
¿Qué otras actividades harías?
|
---|---|---|
Lenguaje | Hora del cuento
El educador debe seleccionar un lugar adecuado dentro del ambiente para leerle un cuento al infante. Lectura de cuento o libro (que tenga texturas) relacionado al tema. Por ejemplo, el libro: Este no es mi conejito . . . (Watt, 2000). A medida que se lea el cuento, el educador aprovechará para incitar al infante a tocar las texturas. También le hablará sobre el conejito que aparece en la historia. Educador e infante jugarán a tocar la piel, la ropa, el cabello y las texturas contenidas en el libro. |
|
Sensoriales | Juego: Busca el objeto
El educador prepara un área del salón con una alfombra. Sobre ésta, coloca objetos de diversas texturas. Luego, coloca al infante en un extremo de la alfombra para que se arrastre o gatee hasta los objetos, los agarre y los toque. |
|
Artística | El cuadro de mi mano
El educador prepara un área del salón con papel, pintura dactilar y toallitas húmedas (para limpiar al infante). Le permite al infante que explore la pintura con sus deditos. Una vez el infante se familiarice con la pintura, el educador le pintará la mano para que la plasme sobre papel. |
|
Movimiento | Mis manitas
El educador y los infantes jugarán a mover las manos al ritmo de la música o canción. Por ejemplo, la canción “Las manitas”, del CD Atención, atención, este juego a continuar. |
|
Al aire libre | Paseo en coche
Tomar al infante en sus brazos para salir a dar un paseo por el jardín o patio. Le irá hablando, cantando o arrullando. Aprovechará el paseo para nombrar y describir lo que observan. |
Evaluación: La maestra registrará sus observaciones en una hoja de cotejo (ver próxima tabla).
Hoja de cotejo
Fecha: ________________________ Educador ________________________________
Nombre del infante: ________________________________________________________
ACCIONES A OBSERVAR
|
Se observa siempre
|
Se observa a veces
|
No se observa aún
|
Comentarios
|
---|---|---|---|---|
Observa libros mientras le leen. | ||||
Balbucea, menciona palabras. | ||||
Escucha mientras le leen. | ||||
Explora las texturas con las diversas partes del cuerpo. | ||||
Agarra objetos. | ||||
Mueve sus manos al escuchar la música. | ||||
Sigue al educador con la mirada. | ||||
Identifica la voz del educador. | ||||
Explora la pintura con sus dedos. | ||||
Gatea o se arrastra hasta los objetos. |
EJEMPLO DE UN PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE MATERNALES
PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE MATERNALES
Unidad: El yo
Tema: Los sentidos
Objetivos
El maternal tendrá la oportunidad de:
- escuchar cuentos y canciones,
- expresar sus ideas y sentimientos oralmente,
- explorar diversas texturas,
- escuchar y ejecutar instrucciones,
- compartir con sus compañeros,
- clasificar texturas.
Actividades
|
Nivel: Dos a trees años
|
¿Qué harías tú?
|
---|---|---|
Lenguaje | Hora del cuento
El educador selecciona un área del salón para leerle un cuento a un grupo de dos o tres niños. Les muestra un conejito para que los niños lo toquen y conversen acerca de él. Luego, invita a los niños a escuchar un cuento relacionado con el tema. A medida que se lea, se formularán preguntas acerca del mismo y se les invitará a tocar diversas texturas. Jugar a tocar la piel, la ropa, el cabello y mencionar las texturas. |
|
Sensoriales | Juego: La caja de texturas
La maestra prepara una caja con varios objetos de diversas texturas. Invitará a los niños a buscar dentro de la caja y tocar el objeto seleccionado. El adulto facilitará que los niños describan y clasifiquen el objeto de acuerdo con su textura mediante preguntas. |
|
Artística | El cuadro de mis manos y pies
El educador prepara un área del salón con papel, pintura dactilar, agua y papel toalla. Les permite a los niños que exploren la pintura con sus manos. Una vez se familiaricen con ésta, les pintará las manos para que las plasmen sobre papel. Luego, les quitará los zapatos y las medias para que plasmen los pies sobre el papel. Hablar sobre las partes del cuerpo. |
|
Movimiento | Juego: La papa caliente con texturas
El educador jugará a la papa caliente de texturas con un grupo de cuatro niños. Jugarán con cuatro objetos diferentes (bola, muñeco, bloque, peluche). Tocará música y, al ritmo de la canción, los niños pasarán un objeto al niño que tienen al lado. El que se quede con el objeto, dirá el nombre del mismo y mencionará la textura. |
|
Al aire libre | Exploro el ambiente
El educador invitará a un grupo pequeño de niños a explorar diversas texturas en el patio. Ejemplos: tronco de los árboles, hojas, superficie del área de juego y arena. Cada niño tocará una textura diferente y mencionará cómo lo siente. |
Evaluación: La maestra registrará sus observaciones en una hoja de cotejo (ver próxima tabla).
Hoja de cotejo
Fecha: ________________________ Educador ________________________________
Nombre del infante: ________________________________________________________
ACCIONES A OBSERVAR
|
Se observa siempre
|
Se observa a veces
|
No se observa aún
|
Comentarios
|
---|---|---|---|---|
Escucha con atención la lectura de cuentos. | ||||
Repite las palabras de vocabulario relacionadas al tema bajo estudio. | ||||
Comunica sus ideas y sentimientos. | ||||
Describe lo que observa. | ||||
Explora diversas texturas. | ||||
Clasifica texturas. | ||||
Sigue y ejecuta instrucciones. | ||||
Juega y comparte con sus amigos. | ||||
Camina sobre el papel al pintar. |
EJEMPLO DE UN PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE PREESCOLAR
PLAN DIARIO PARA EL NIVEL DE PREESCOLAR
Unidad: El mar
Tema: Animales marinos
Objetivos
El niño:
- contestará preguntas del cuento “El pez arco iris”;
- analizará el cuento mediante un mapa semántico, identificando los personajes, el problema y el desenlace;
- se expresará oralmente en torno a la importancia de compartir con otros;
- escribirá, en un diario, la parte del cuento que más le gustó;
- creará un mosaico de un pez;
- mencionará las partes del cuerpo de un pez;
- recreará una escena marina;
- dramatizará una canción.
Competencias del grado:
Áreas del desarrollo
|
Competencias
|
---|---|
lingüísticas | escuchar hablar seguir instrucciones expresar sus ideas oralmente, mediante dibujos o la palabra escrita leer láminas contar cuentos |
físico | agarrar tocar arrastrarse gatear caminar |
socioemocional | compartir expresar sentimientos y emociones identificar sentimientos |
cognoscitivo | observar describir estimar medir comparar contrastar |
creativo | ejecutar movimientos cantar dibujar dramatizar imitar recrear |
Actividades para el nivel de cuatro a seis años
Actividades
|
Nivel: nacimiento a un año
|
¿Qué otras actividades harías?
|
---|---|---|
Lenguaje | Hora del cuento
El educador debe seleccionar un lugar adecuado dentro del ambiente para leerle un cuento al infante. Lectura de cuento o libro (que tenga texturas) relacionado al tema. Por ejemplo, el libro: Este no es mi conejito . . . (Watt, 2000). A medida que se lea el cuento, el educador aprovechará para incitar al infante a tocar las texturas. También le hablará sobre el conejito que aparece en la historia. Educador e infante jugarán a tocar la piel, la ropa, el cabello y las texturas contenidas en el libro. |
|
Sensoriales | Juego: Busca el objeto
El educador prepara un área del salón con una alfombra. Sobre ésta, coloca objetos de diversas texturas. Luego, coloca al infante en un extremo de la alfombra para que se arrastre o gatee hasta los objetos, los agarre y los toque. |
|
Artística | El cuadro de mi mano
El educador prepara un área del salón con papel, pintura dactilar y toallitas húmedas (para limpiar al infante). Le permite al infante que explore la pintura con sus deditos. Una vez el infante se familiarice con la pintura, el educador le pintará la mano para que la plasme sobre papel. |
|
Movimiento | Mis manitas
El educador y los infantes jugarán a mover las manos al ritmo de la música o canción. Por ejemplo, la canción “Las manitas”, del CD Atención, atención, este juego a continuar. |
|
Al aire libre | Paseo en coche
Tomar al infante en sus brazos para salir a dar un paseo por el jardín o patio. Le irá hablando, cantando o arrullando. Aprovechará el paseo para nombrar y describir lo que observan. |
Evaluación: La maestra registrará sus observaciones en una hoja de cotejo (ver próxima tabla).
Hoja de cotejo
Fecha: ________________________ Educador ________________________________
Nombre del infante: ________________________________________________________
ACCIONES A OBSERVAR
|
Se observa siempre
|
Se observa a veces
|
No se observa aún
|
Comentarios
|
---|---|---|---|---|
Observa libros mientras le leen. | ||||
Balbucea, menciona palabras. | ||||
Escucha mientras le leen. | ||||
Explora las texturas con las diversas partes del cuerpo. | ||||
Agarra objetos. | ||||
Mueve sus manos al escuchar la música. | ||||
Sigue al educador con la mirada. | ||||
Identifica la voz del educador. | ||||
Explora la pintura con sus dedos. | ||||
Gatea o se arrastra hasta los objetos. |
Actividades para el nivel de cuatro a seis años
Grupo grande
Inicio
La maestra explorará, con sus estudiantes, lo que éstos conocen acerca de los peces. Se presentará un pez dentro de una pequeña pecera para que la observen y conversen acerca de ésta. La maestra cantará la canción “Los pececitos”.
Salta, salta
pececito salta
mueve, mueve
tu colita mueve.
Me esconderé,
no volveré,
me esconderé
no volveré
porque si vuelvo
me atrapan en la red.
Se invitará a los niños a escoger una pareja para dramatizar y cantar la canción.
Presentación del cartel con la canción: se volverá a cantar, esta vez señalando la letra de la canción.
Desarrollo
La maestra invita a los niños a observar la cubierta del libro El pez arco iris. Éstos tendrán la oportunidad de manipular el libro para luego analizar sus partes (cubierta, lomo, portada, autor e ilustrador). Los niños predecirán el título y la cubierta del mismo. Luego, se hará una lectura dialogada del cuento. A medida que la maestra vaya leyendo, el grupo conversará y discutirá el cuento mediante preguntas que faciliten su comprensión.
Cierre
Los niños se dividirán en tres subgrupos para trabajar el análisis del cuento por medio de un mapa semántico. Cada subgrupo trabajará el mapa y luego se reunirán para compartir el trabajo realizado.
CENTROS DE APRENDIZAJE
Actividades
|
Nivel: nacimiento a un año
|
¿Qué otras actividades harías?
|
---|---|---|
Escritura | En este centro, la maestra coloca los siguientes materiales: diario, siluetas de peces, instrumentos para escribir, abecedario pictórico. 1. El estudiante dibujará o escribirá en su diario la parte del cuento que más le gustó. Luego, dibujará una carita que exprese cómo se sintió el pez arco iris en ese momento. Explicar por qué el pez se sintió de esa manera. 2. Escribirá, dentro de la silueta de un pez, lo que compartiría con otra persona, como hizo el pez arco iris. | |
Lectura | En este centro, la maestra coloca una variedad de libros relacionados con el tema del mar. 1. El estudiante escogerá un libro y lo compartirá con otros compañeros. 2. Leerá el cuento El pez arco iris a otros compañeros. | |
Arte | El centro será ambientado de acuerdo al tema. Se colocarán materiales, como siluetas de peces, plasticina, pega y papel de construcción, de seda y de aluminio. 1. El niño creará un mosaico de un pez con pedazos de papel de seda y papel aluminio enrollados. 2. Hará un pez en plasticina. | |
Investigación | La maestra añadirá, al centro, libros sobre el tema y una pecera. 1. El estudiante observará el pez y comentará sobre sus partes. 2. Dibujará el pez con las partes del cuerpo. | |
Bloques | La educadora colocará, en el centro, materiales, como papel, creyones, marcadores, tijera, lápices, cinta adhesiva, láminas de peces, papel de construcción y otros. 1. El niño recreará el área del fondo del mar con animales, plantas y otros materiales. 2. Dibujará y pegará con cinta adhesiva lo que haga falta para crear la escena marina. 3. Inventará cuentos con lo que recrearon. | |
Música y dramatización | La educadora colocará, en el centro, materiales, como papel, creyones, marcadores, tijera, lápices, cinta adhesiva, láminas de peces, papel de construcción y otros. 1. El niño recreará el área del fondo del mar con animales, plantas y otros materiales. 2. Dibujará y pegará con cinta adhesiva lo que haga falta para crear la escena marina. 3. Inventará cuentos con lo que recrearon. |
Hoja de cotejo
Fecha: ________________________ Educador ________________________________
Nombre del infante: ________________________________________________________
ACCIONES A OBSERVAR
|
Se observa siempre
|
Se observa a veces
|
No se observa aún
|
Comentarios
|
---|---|---|---|---|
Escucha la lectura de cuentos y otros géneros literarios con atención. | Contesta preguntas del cuento. | |||
Expresa sus ideas y sentimientos mediante dibujos. | ||||
Utiliza la palabra escrita para acompañar sus dibujos. | ||||
Sigue instrucciones. | ||||
Lee y comparte cuentos con sus compañeras. | ||||
Completa la figura de un pez con todas sus partes. | ||||
Ejecuta movimientos con su cuerpo mientras canta o toca un instrumento. | ||||
Recrea la figura de un pez mediante un mosaico. | ||||
Añade los elementos necesarios para crear una escena marina. | ||||
Comparte materiales. |
Autoevaluación
Imagina que a tu salón llega una madre que desea ingresar a su niño de 3 años en el preescolar. Ella tiene muchas preguntas con respecto a lo que significa esta experiencia. Lee cada pregunta y escribe, en tus propias palabras, la forma en que le contestarías las siguientes interrogantes a un padre o madre:
- ¿Qué tipo de experiencias tendrá mi niño en el preescolar?
- ¿Cómo será el día en la escuela?
- ¿Le darán tiempo para jugar?
- ¿Qué cosas va a aprender? ¿Aprenderá a leer y escribir?
- ¿Qué tipo de estrategias de enseñanza utilizarán para motivarlo a aprender?
- ¿Cómo evaluarán su aprendizaje? ¿Cómo me informarán sobre su progreso?
Una vez termines el ejercicio, guarda el documento con tus respuestas a estas preguntas, ya que cuando termines de estudiar el módulo, deberás volver a contestar las mismas preguntas y a comparar las respuestas con las anteriores.
REFERENCIAS
- Bredekamp, S. & Copple, C. (Eds.). (2004). Developmentally appropriate practice in early childhood programs (7ma ed. rev.). Washington, DC: National Association for the Education of Young Children.
- Bruner, J. (1972). The nature and uses of immaturity, American Psychologist, 27, 687-708
- Cintrón, C., López M. & Corujo, G. (1997). Un currículo integrado para preescolares. San Juan, PR: First Book Publishing.
- Copple, C. & Bredekamp, S. (2006). Basics of developmentally appropriate practice. Washington, DC: National Association for the Education of Young Children.
- DeVries, R. & Kohlberg, L. (1987). Constructivist early education: Overview and comparison with other programs. Washington, DC: National Association for the Education of Young Children.
- Edwards, C., Gandini, L. & Forman, G. (Eds.). (1998). The hundred languages of children: The Reggio Emilia approach to early childhood education (2da. ed.) Norwood, NJ: Ablex.
- Elkind, D. (1981). Children and adolescents. New York: Oxford University Press.
- Elkind, D. (2001). The hurried child: Growing up too fast too soon. (3ra. ed.). Boulder, CO: Perseus Books.
- Gandini, L. (1993). Fundamentals of the Reggio Emilia approach to early childhood education. Young Children, 49(1), 4-8.
- Heidemann, S. & Hewitt, D. (1992). Pathways to play. Mt. Rainier, MD: Gryphon House.
- Henniger, M.L. (2005). Teaching young children: An introduction. Upper Saddle, NJ: Pearson/Merrill/Prentice Hall
- Kamii, C. & DeVries, R. (1978). Physical knowledge in preschool education. Upper Saddle River, NJ: Merrill/Prentice Hall.
- Kamii, C. & DeVries, R. (1980). Group games in early education. Washington, DC: National Association for the Education of Young Children.
- Kostelnik, M., Soderman, A. & Whiren, A. (2004). Developmentally appropriate curriculum: Best Practices in Early Childhood Education. New Jersey: Pearson: Merrill Prentice Hall.
- Lillard, P. (1992). Montessori today: A comprehensive approach to education from birth to adulthood. New York: Schocken Books.
- Mitchell, A. & David, J. (Eds.). (1992). Explorations with young children. Mt. Rainier, MD: Gryphon House.
- Montessori, M. (1965). Dr. Montessori’s own handbook. New York: Schocken Books.
- Neuman, S. Copple, C. & Bredekamp, S. (2001). El aprendizaje de la lectura y la escritura: Prácticas apropiadas para el desarrollo infantil. Washington, DC: National Association for the Education of Young Children.
- Standing, E. (1962). Maria Montessori: Her life and work. Fresno, CA: Academy Guild Press.
- Vygotsky, L. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. (M.Cole, V. John-Steiner, S. Scribner, e. Supeman, Eds.). Cambridge, MA: Harvard University Press.
- Vygotsky, L. S. (1988). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores (Cole, M., Vera, J. Scribner, S. & Souberman, E. Trad). España: Editorial Crítica.
- Strickland, D. (1994). Educating African American learners at risk: Finding a better way. Language Arts, 71, 328-336.
- Weber, E. (1984). Ideas influencing early childhood education. New York: Teachers College Press.
Literatura infantil
- Pfister, M. (1994). El pez arco iris. Nueva York: Ediciones Norte Sur.
- Watt, F. (2000). Este no es mi conejito… Tulsa, Oklahoma: EDC Publishing.
Recursos
- Departamento de Educación (2003). Hacia el desarrollo de prácticas apropiadas en la educación temprana: Compartiendo ideas y experiencias del Centro para el cuidado y desarrollo integral del niño del Nivel Central. San Juan, PR: Imprenta del Departamento de Educación.
- Departamento de Educación (2003). Producido por profesores de la Universidad de Puerto Rico. Del currículo tradicional al currículo integrado. Puerto Rico.
- Departamento de Educación (2003). Marco Conceptual de Kindergarten. Puerto Rico: Publicaciones Puertorriqueñas.
- Herr, J., Libby, I. (2000). Recursos creativos para la clase de primera infancia. USA: Delmar Thomson Learning.
- Morrison, G. (2005). Educación Preescolar (Novena Edición). Madrid: Pearson Educación.
- Pica, R. (2006). Moving and Learning Across the Curriculum: 315 Activities and Games to Make Learning Fun. Clifton Park, New York: Delmar.
- Pica, R. (2004). Experiences in Movement: Birth to Eight (3rd Ed.). Clifton Park, NY: Delmar.
- Reyes, M. (2004). Maestra ¿cuándo vamos a los centros? El diseño de centros de aprendizaje. Puerto Rico
Portales electrónicos
- www.earlychildhood.com/Articles/index.cfm
- www.learingpage.com
- www.movingandlearning.com/Resources/Articles22.htm
- www.teacher.scholastic.com
- www.pbs.org/lauchingreaders
- www.wfu.edu/~cunning/Fourblacks/indez.tm
Apéndice
El continuo de las experiencias de aprendizaje en la niñez temprana y las acciones dirigidas a fomentar un desarrollo pleno del niño
El currículo, para que sea efectivo, debe fundamentarse en las etapas del crecimiento de los niños. A continuación, se presentan las diferentes etapas y algunas acciones dirigidas a fomentar el desarrollo integral de los niños. Examina cada una de ellas y las acciones sugeridas para entender mejor cómo se estructuran las experiencias de aprendizaje para la niñez temprana.
Infantes (0 a 9 meses) – El educador reconoce que cada bebé es único, le atiende individualmente e interactúa cara a cara con él. Utiliza un lenguaje sencillo, establece contacto visual frecuentemente y responde a los llamados del bebé con prontitud para que éste se sienta seguro y que es amado. El educador le canta nanas al infante y le habla en un tono bajo y pausado, a la vez que lo arrulla y lo toca suavemente. El educador observa al bebé en todo momento y le estimula utilizando la voz y el tacto. Se establecen rutinas flexibles y de acuerdo a las necesidades del bebé para los siguientes aspectos: dejar y recoger al infante en el centro de desarrollo, descansar, pasear, jugar, alimentarlos, asearlos y para establecer la transición entre una actividad y otra.
Infantes en la etapa de movilidad (8 a 18 meses) – La exploración y la movilidad son centrales al desarrollo en esta etapa. Se atiende al infante de forma individual, pero se invita a jugar con otros, en grupos de dos o tres. El adulto coloca juguetes en el ambiente para que los infantes se motiven, de forma espontánea y libre a, sentarse, gatear, caminar, a la vez que se les estimula a explorar los espacios y los objetos. El lenguaje se expande cuando el infante se le invita a jugar, hablar, cantar, hacer mímicas, llevar el ritmo de las canciones con sus manitas, escuchar la lectura de cuentos cortos, mencionar el nombre de las personas y los objetos según el niño interacciona con los mismos. Se establecen itinerarios flexibles, el educador observa cuidadosamente los movimientos de los niños y planifica de acuerdo con las necesidades e intereses que éstos presentan.
Maternales (16 – 36 meses) – Los niños a esta edad comienzan a desarrollar el sentido de independencia y el control. Es importante ofrecerles oportunidades para que puedan seleccionar, dentro de unos límites, los materiales y las áreas de juego. Se les estimula a trabajar en grupo y aprender acerca de las reglas sociales. En los salones, se colocan materiales manipulativos, organizados en anaqueles al nivel de los niños, de manera que éstos puedan seleccionarlos libremente. Los materiales se cambian periódicamente para ofrecerles reto y estimular el desarrollo. Se promueve el lenguaje a través de la lectura de cuentos, hablando de forma pausada y suave, contestando sus preguntas, ofreciéndoles una diversidad de materiales para que dibujen, pinten y comiencen a desarrollar la escritura. Se establecen rutinas flexibles, que se ajustan a las necesidades e intereses de la niñez.
Preescolares (3 – 5 años) – Se establece un currículo integrado, diseñado para que los niños exploren y adquieran los conceptos básicos de las diferentes disciplinas de manera concreta. Se utilizan diferentes materiales y experiencias para estimular el aprendizaje. Los intereses y la curiosidad de los niños guían la planificación de las actividades y los temas que se tocan en el currículo. Los educadores estimulan el desarrollo del lenguaje a través de las canciones, la lectura de cuentos y el diálogo con los niños. Se estructuran oportunidades para que éstos puedan dibujar y escribir, y así exploren e identifiquen las relaciones entre los sonidos y los símbolos dentro de contextos significativos. Se incluye en el currículo el cuidado de su persona (bañarse, comer, cómo usar el baño, vestirse, peinarse, coger y guardar los juguetes, entre otros), la seguridad y los límites, las guías de conducta social y cortesía, se exploran los conceptos básicos para estimular la lectura, la escritura, las matemáticas, las ciencias, las artes, entre otras. El trato de los niños se caracteriza por el respeto, un ritmo de trabajo lento, una forma de hablar despacio y claro, y un ambiente donde el educador observa y escucha al niño en todo momento.
Kindergarten (5-6 años) – Los educadores planifican el currículo, organizan el tiempo y el ambiente de manera que los niños se envuelvan de forma activa en las diferentes experiencias de aprendizaje. Se estimula el aprender en grupo, junto al educador y de forma individual, manipulando los materiales educativos. Los salones son amplios, organizados en áreas o centros de aprendizaje, donde los materiales concretos, reales y relevantes se ubican al nivel de los niños para que los seleccione libremente. El itinerario de trabajo es flexible, alternando los periodos de gran actividad física con actividades pasivas y el trabajo individual con el colectivo. Los periodos de trabajo son amplios para darles suficiente tiempo a los niños para que exploren, investiguen y produzcan a través de la escritura, el arte y la producción de proyectos. Se organizan actividades, como cantar o tocar un instrumento musical suave, para avisar a los niños la transición entre las actividades. A los niños, siempre se les da tiempo para que terminen el trabajo que se encuentran realizando, recoger el área de trabajo, devolver los materiales a su lugar e incorporarse a la nueva actividad. El lenguaje se estimula en todo momento, hablando suave y de forma correcta, leyendo y contando cuentos, poemas, libros informativos, noticias, entre otros. La escritura se estimula a través de diversas estrategias, como rotular los objetos en el salón, permitiendo que los niños escriban y exploren la escritura a través del dibujo y temas de interés para ellos, transcribiendo el lenguaje de los niños, conectando las letras con su sonido y las imágenes con las palabras. Se utilizan asociaciones entre las partes de las palabras (prefijos y sufijos) y el contexto para identificar palabras nuevas, se utilizan los signos de puntuación y diferenciación entre mayúsculas y minúsculas. El currículo se adapta al nivel y ritmo de trabajo de los niños. En el caso de los niños con necesidades especiales, el educador deberá modificar las actividades y hacer uso de la tecnología asistiva. Los adultos se dirigen a los niños utilizando una voz pausada, un tono bajo y suave. En todo momento, el educador modela, espera y observa constantemente, evitando interrumpir la actividad iniciada por los niños. Se les observa en todo momento y se les provee dirección y guía cuando sea necesario.
Nivel de desarrollo
|
Actividad dirigida a promover la lectoescritura
|
---|---|
Infante (0 a 9 meses) | |
Infante en la etapa de movilidad (8 a 18 meses) | |
Maternales (16 a 36 meses) | |
Preescolares (3 a 5 años) | |
Kindergarten (5 a 6 años) |